
Orígenes de la humanidad

Describir el origen de la humanidad en África y su difusión a los cinco continentes, con base en el trabajo y su capacidad de adaptación a diversos ambientes y situaciones climáticas.

bios producidos en sucesivas generaciones. Los cambios no solo se produjeron por el medio físico y por la selección genética natural, sino que, al menos en nuestro caso, fueron impulsados por el propio género humano.
Aunque nos diferenciamos del resto de los animales (por ser racionales y poder hablar), los humanos somos parte del reino animal. Pertenecemos al grupo de los vertebrados, a la clase de los mamíferos, al orden de los primates, a la especie Homo y al género Homo sapiens.
No es correcto decir que “descendemos” de los monos. El orangután, el gorila, el chimpancé y nosotros somos primates. Pero la evolución de cada especie fue diferente. Todos venimos probablemente de un tronco común que, muy atrás, hace 70 millones de años, en el período llamado Paleoceno, empezó a dividirse. Los primeros hominoideos, familia biológica a la que pertenecemos, aparecieron durante el Mioceno, de 24 a 5 millones de años atrás.
El gran cambio climático que se produjo en la Tierra hace cuatro millones de años forzó a los primeros homínidos a abandonar la selva y adentrarse en las sabanas (grandes planicies con pocos árboles), que se extendían cada día más. Los científicos los llaman Australopithecus. De ellos se conocen al menos seis especies. Hasta donde sabemos, no eran capaces de hablar como
¿Cómo se puede conocer el origen de la humanidad?
La evolución humana u hominización es un viaje fascinante a través de millones de años. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a los científicos, unos fantásticos detectives del pasado, que intentan desentrañar un proceso que tuvo lugar a lo largo de centenares de miles de años. Todavía nos falta saber mucho, pero cada vez se comprende un poco más cómo se formó la humanidad.
Producto de la evolución
Los humanos actuales somos todos consecuencia de la evolución, que es el proceso de transformación de las especies a través de cam-

Homo habilis y Homo erectus
Hace dos millones de años aparecieron los Homo habilis. Con un cerebro que ya era la mitad del nuestro, y sus manos con el pulgar opuesto a los demás dedos, podían agarrar mejor. Inventaron herramientas sencillas de piedra, de hueso (raspadores y cuchillos) y, quizá, de madera, aunque de estas no se han encontrado vestigios. Los estudios de sus esqueletos muestran que tampoco hablaban, aunque emitían diferentes sonidos. Para comer, recolectaban frutos, plantas y huevos de los nidos; cazaban, a pedradas, pájaros, ratones y lagartijas, y aprovechaban la carroña dejada por los grandes depredadores.
Medio millón de años más tarde aparecieron los Homo erectus. Los detectives del pasado nos dicen que su cerebro ya era dos tercios del nuestro, que mejoraron las herramientas de piedra, madera y hueso, y que empezaron a cazar animales medianos (venados, cebras). Se comunicaban con chasquidos de la lengua e interjecciones. Pero su mayor salto fue el control del fuego. No podían encenderlo, pero sí lo tomaban de los incendios (provocados por rayos en las sabanas) y lo mantenían siempre ardiendo en sus cuevas. Con el fuego obtuvieron luz, calor y, sobre todo, aumentó su seguridad: ahora podían alejar a los
El Homo sapiens surge y sobrevive
Y fue entonces, hace 200.000 años, que apareció el Homo sapiens. Su cerebro era grande, de 1.400 cc de capacidad, mayor que la suma de los cerebros del Australopithecus y del Erectus. Fabricaban mejores herramientas, trabajaban en grupos y construían trampas para cazar animales; lograron dos adelantos magníficos: encender fuego (por fricción, al rotar una vara sobre un pedazo de madera) y desarrollar un lenguaje, todavía muy primitivo, de pocas palabras, pero útil para comunicarse. Con eso aumentó su capacidad de resolver problemas. Eran ya humanos como nosotros, aunque primitivos. Antes se creía que el Erectus salió del África y hubo varios desarrollos simultáneos que arribaron al Sapiens. Estudios de ADN han confirmado en los últimos años que todos los humanos, en nuestras variadas formas y colores, descendemos de estos cazadores-recolectores africanos. Es parte del avance y el debate de la ciencia.


Aquella población creció durante más de cien mil años, pero hace 74.000 años hubo un gran cambio climático, producido por la erupción de un supervolcán y una glaciación (aumento de hielo en los polos y otras zonas del planeta). Pudo haber significado el fin de la humanidad, pero no: los que sobrevivieron se ingeniaron para protegerse mejor del frío, cazar más eficientemente, fabricar herramientas más complejas, cuidar mejor de sus hijos.
Ello les llevó a mejorar dramáticamente su comunicación, desarrollando su lenguaje. Fueron tan inteligentes que lograron superar la catástrofe. En cuatro millones de años de evolución, nuestros antepasados aprendieron a caminar sobre las dos piernas, a fabricar herramientas, a competir con los depredadores, a dominar su entorno y, al final, sobrevivieron a una gran catástrofe natural.
Homo habilis y Homo erectus
Unos paleontólogos sostienen que fue el Erectus el que salió del África hace un millón de años y que sus descendientes se desarrollaron en varias partes de Asia y Europa y convirtieron en Sapiens. Otros dicen que eso es imposible y que fue el Sapiens el que salió del África hace menos de 100.000 años y reemplazó a todas las especies de homínidos o humanos anteriores que pudo haber en el planeta (esta es la teoría en la que se basa el mapa).
En los últimos años, nuevos métodos permitieron estudios genéticos del ADN mitocondrial de las poblaciones humanas y sus resultados parecen confirmar esta teoría y no la de los múltiples orígenes. Descubrimientos de fósiles y mayor avance de la genética permitirán dilucidar esta interrogante.

